lunes, 10 de junio de 2013

Reflexiones: Como una gran familia

     Buenas a todos los visitantes y lectores. Hoy os quiero dejar uno de mis artículos recientemente publicados en el blog de Yomusico.es donde suelo participar en algunas ocasiones, como bien podéis ver se titula Como una gran familia y quisiera dedicarlo a mis compañeros, especialmente a los que me han brindado un último mes de ensayo y un sábado como el de este 8 de junio donde se ha podido ver lo que es ser compañeros de verdad para todo:

     Muchas veces, los que somos músicos, especialmente los que nos dedicamos a la música cofrade, cuando hablamos sobre nuestras bandas, sobre la relación entre los compañeros (y más en las bandas que somos humildes y que no aspiramos a ser superventas, a llenar certámenes, ni a cobrar contratos millonarios, donde lo más que tenemos es disfrutar de esto como una sana afición), cuando somos preguntados sobre qué consideramos nuestra banda, se suele decir que nuestra banda es como una gran familia.

     Se puede pensar que eso es un tópico, que es lo que siempre se dice, que son cosas que se dicen para quedar bien, pero que en el fondo nunca son realidad y que en muchas bandas la imagen que se da no es la de una familia porque hay enfrentamientos, hay personas que se pueden llevar mal entre sí,… En definitiva, como si decir que ser una familia implicase algo utópico donde impera el buen rollo y un ambiente siempre positivo.

     Nada más lejos de la realidad, ¿es qué acaso eso no es una familia? En las familias de verdad hay de todo: hay amantes padres que quieren a todos sus hijos por igual, hay hermanos que se pelean pero en el fondo se llevan bien, hay primos que puede que estén más alejados que otros pero que nunca pueden faltar, hay miembros que velan más por la unidad familiar y por el bien común y tal vez otros que sean más egoístas y busquen su bien propio por encima del de los demás… ¿Es que esas cosas no las hay en cualquier familia normal? Y sin embargo, no por ello dejan de ser una familia. 

    Podrá haber enfrentamientos pero cuando llega el momento son familia y se unen, puede que haya egos y celos entre hermanos y primos pero en los buenos momentos de celebración o en los malos de duelo siempre se tendrán una palabra de apoyo. Podremos estar más separados o incluso haber miembros de la familia con los que no nos hablemos, pero no por ello nos deja de unir la sangre.

     Eso sí es una familia. Una familia nunca podremos conseguir que sea perfecta unidad (sería entonces algo muy aburrido), y mucho menos cuando una “familia” la formamos entre 60 u 80 músicos, cada uno de su padre y de su madre, cada uno diferentes de actitud, de pensamiento, de forma de ser, pero que en el fondo a todos nos parece unir lo mismo.

     Por eso, cuando hay gente que abandona sus “familias”, sus bandas de toda la vida, cuando se van a otros lugares a buscar lo que supuestamente no encuentran en casa argumentando que “es que en esta banda no me tratan bien” y que “en la otra banda he sido bien recibido” y “me tratan mejor que en mi otra banda, como si fuera uno más” yo siempre pienso lo mismo:
     Reflexiona porque no es verdad, no te tratan bien porque te traten como uno más. Al contrario, te tratan bien porque para ellos todavía eres un extraño y no te consideran de su familia, todavía no te tienen confianza y por tanto no eres compañero. Si tu eres de esos músicos que dejan sus “hogares” piénsalo, ¿o acaso cuando vas a casa de un extraño te tratan igual que en tu propia casa? Y sin embargo, por muy bien que te traten, dónde si no mejor que en casa te vas a encontrar…


     Cada cual que tenga las razones que tenga y piense lo que quiera. Yo por lo menos sí puedo decir con motivos que en mi banda todos somos una gran familia. Una familia de las de verdad.

http://blog.yomusico.es/2013/06/como-una-gran-familia/

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